Mientras él aún hablaba, se presentó una turba; y el que se llamaba Judas, uno de los doce, iba al frente de ellos; y se acercó hasta Jesús para besarle. Entonces Jesús le dijo: Judas [«amigo» en Mateo y Marcos], ¿con un beso entregas al Hijo del Hombre? (S. Lucas 22:47-48 RVR1960)
Con más frecuencia de lo que pensamos son las palabras y actitudes amables las que habrán de dañarnos. La traición, el engaño, la hipocresía comparten un mismo origen: la mentira. Es mejor siempre con amor expresar la verdad que con engaño disfrazarla y mentir. Entonces es amigo el que procura mi bien al decirme verdades dolorosas con amor, que aquel que con dulzura habla y encubre sus intenciones.